Aunque, todo el mundo es propenso a sufrir estos chispazos, los cuerpos con más volumen o mejor hidratados tienen mayor capacidad de cargar electrones y, por ende, más posibilidades de dar un calambrazo. Si trabajas en un ambiente saturado y en tu cuerpo no cabe un electrón más, no te salvarás del chispazo . Lo que sí puedes es intentar prevenirlo con estos siete consejos.
UNO. Aumentar la humedad del ambiente para reequilibrarlo todo.
DOS. Fregar el suelo con jabones líquidos disipativos.
TRES. Si hay algún objeto o material extremadamente "triboeléctrico", instalarle una toma de tierra -esto es algo que debe de realizar un técnico especializado-.
CUATRO. Aplicar en cortinas, alfombras y tapicerías sintéticas esprays antiestáticos.
CINCO. Elegir a poder ser ropa con fibras naturales como algodón, lana o lino. Intentar evitar poliéster y nailon.
SEIS. Usar zapatos con suela de cuero antes que con suela de goma.
SIETE. Si intuyes que la descarga te la vas a llevar de todas formas, tienes dos opciones: la primera, tocar con la máxima cantidad posible del cuerpo el objeto en cuestión para que la descarga se reparta. Si sólo lo tocas con la yema de un dedo, esta pequeña porción recibiría toda la carga eléctrica y nadie te salvará del latigazo. La segunda es utilizar las partes menos sensitivas, como nudillos, codos o piernas.
Fuente:El Mundo